Ya no queda nada para terminar el año lectivo. Sin darnos cuenta, hemos pasado de la función de Navidad al Festival de fin de curso.Y en una semana prácticamente, los colegios cerrarán sus puertas (excepto aquellos que organicen los campamentos de verano,claro, que esa es otra cuestión,tener a los peques en casa tres meses mientras los papis seguimos trabajando)
Hoy queremos hablaros del fin de curso, de decidir si regalamos o no algo al profesor de nuestros hijos.
Nuestra opinión es que su figura es clave.
La educación debe ser tarea compartida entre padres y profesores y la comunicación entre ambos es fundamental.
En Finlandia,por ejemplo, a diferencia de otros países, los maestros están muy bien considerados, ya no sólo a nivel salarial, sino como pilar básico de la sociedad.
¿Quien no recuerda las experiencias infantiles con alguno de sus profesores?¡Olvidemos las malas por un momento y pensemos en aquellos que conseguían provocar cariño y respeto a partes iguales, los que hacían que te sintieses orgulloso de tus logros y tus esfuerzos, los que sabían utilizar las palabras para hacerte reflexionar, para desear ser de mayor cualquier cosa que te propusieses, que abogaban por la igualdad entre los niños y conseguían sacar lo mejor de cada uno fuera cuales fuesen tus capacidades!
Seguro que alguno os ha venido a la mente...
Si el maestr@ de vuestros niños es así,en primer lugar, felicidades.
Así que sería chulo que tuviéseis con ellos un bonito detalle, como alguno de los que véis por aquí.
Pues sólo nos queda esperar que esta entrada os haya transportado durante un ratito a vuestra etapa escolar y hayáis sonreido ante el recuerdo de algún viejo y querido profesor o profesora. Esos, que sin darnos cuenta, han contruibuido a ser quienes somos.
¡¡Feliz fin de curso!!
